TALLER de LITERATURA del Instituto Cervantes de Moscъ |
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ISABEL CRISTINA SUKKAR CARDOSO |
Autobiografнa
Por el momento, su autobiografнa es una promesa a punto de explosiуn...
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Autores | Biblioteca | Foros |
Amor
Finitud
del tiempo,
(La)
nada sin ti,
Eros,
Sueсo
anhelado,
De
todas las muertes,
Preferida.
Umbral
luctuoso,
Espejismo
de primaveras
desteсidas.
Soy
mariposa
que
a ras de tu luz revolotea.
Bailarina
dнscola
Que
encandilar
para
extinguir
deseas.
Eres
bacanal dantesco
que
chamusca mis alas gastadas.
Alejarme
de ti debo, mas,
Esfuerzo
fallido,
Oh,
luz estafadora,
Mi
luzbel destructor.
Soy
marioneta tozuda
que
prefiere
Deshacer(se),
Endurecer(se),
Fallecer
dulcemente
a
la sombra de tu brillo.
Finitud
del ser,
Tъ
y Yo,
Llegas
y muero,
Somos
un sueсo
que
merece vivir,
mas,
somos nada.
El
pecado mortal
A Silvina Ocampo
Ese
es tu pecado, el recuerdo impuro
que
te esclaviza al pasado:
al
plumerito y al libro de misa,
al
licencioso coqueteo de tus ojos
persiguiendo
el culebrear de Chango
entre
las mesas.
Dios
te lo perdone.
Ese
es su pecado, la impъdica lascivia
de
su cuerpo
hinchado
de venas azules,
arrastrando
hacia ti su olor a pobreza,
hurgando
en tus carnes con sus manos castradas.
Dios
se lo perdone.
Dios
salve tu infancia, tu mudez escandalosa.
Dios
mitigue su infamia, su desmaсada perversidad.
Nбufragos
desobedientes
tъ
y йl
Dios
os lo perdone.
Reclamo
Polifemo
destronado,
Mi
cнclope alado, hechicero eterno
Polifemo
triste de grises y negros.
Desdibuja
el desamor a la sombra de mis besos,
Destierra
de mi alma tu vil pensamiento,
Desбtame
el cuerpo de tus desaciertos,
Devuйlveme
el blanco que pintas de negro.
Polifemo
enfermo de noes y peros,
Mi
cнclope amado, pero casi ciego.
Invencible,
casi exhausta, me libero.
Despinto
de gris el verso.
Una foto de ayer
El nuestro ha sido un encuentro fortuito, como el de las casualidades. De no haber muerto el tнo Fermнn, no te habrнa hallado aquн, esperбndome encima de esta mesilla, con tu sonrisa de siempre, la que dejу inmortalizada Evelyn en esta nuestra primera foto. Cierro los ojos y te llamo: Luz, Luz, para que regreses y me rescates, para que puebles mis recuerdos de antaсo, araсados por la vida. Te observo y me busco en ti , pero no soy mбs que tu sombra, ya no somos las mismas. Escondo el brillo de tu pelo debajo de una opaca melena rubia, nuestro pelo rebelde que domabas con tu cinta blanca . Tu sonrisa casi esbozada hace mucho me ha abandonado y ahora, mientras te hablo, la escondo tras cada bocanada de humo del cigarrillo que atenъa mi nerviosismo. El fuerte aсejo que danza en mi vaso me enturbia la mirada, tus brazos desnudos y el sol pintado en tus mejillas me hacen olvidar este frнo del norte que envenena mis huesos. Y tъ estбs ahн, detenida, mirбndonos e invitбndome al pasado...
Aquel dнa, uno mбs de nuestra pobreza, al abrir la puerta encontraste los ojos de padre enfundados en un traje de domingo. Era tнo Fermнn que habнa vuelto del Norte casado con aquella extranjera rubia que no te regalaba palabras, sino sonrisas y gestos. La habнa traнdo para que conociera a nuestra familia y especialmente a padre, su ъnico hermano .Habнa regresado para llevarnos y solo yo , unos aсos despuйs, me fui para crecer lejos . Todavнa hoy miras a Evelyn, ese dнa oculta tras el lente de la cбmara. De ella solo queda su cerveza a medio terminar, abandonada sobre el viejo mostrador de nuestra cocina. Minutos antes le habнa regalado a madre su reloj y su cadena y esta estaba eufуrica. Enseguida se deshizo de su viejo delantal y escondiу su eterno desaliсo. No era guapa como la americana, pero la dulzura habitaba en su mirada. A padre el sol y el duro trabajo le habнan robado la juventud, llevaba los surcos tatuados en la frente pero se veнa feliz. Hasta habнa colgado en la pared desnuda, las llaves que йl y Fermнn de muchachos, retozando, habнan encontrado enterradas en aquel terreno desahuciado que habнa comprado el abuelo con todo el dinero que tenнa. En la cocina de esa casa que construyу padre, naciste tъ y Jaime, nuestro hermano sordomudo y ahн continъas aъn, desafiando el paso del tiempo, mirбndonos a pesar de la distancia.