TALLER de LITERATURA del Instituto Cervantes de Moscú |
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Jesús Rodríguez Saludes
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Desde
hace más de veinte años resido en Moscú. No obstante, persisto en
proyectarme como lo que inevitablemente soy: un tenaz habanero.
Se afirma que La Habana es una ciudad, por sobre toda las cosas,
fabuladora, poética. La poesía en sí. Yo lo creo. Incapaz de sustraerme
a ese influjo, me gusta saborear la música y las posibilidades recónditas,
imperceptibles, en la vibración
de
unos versos. Por lo mismo, tampoco rehuyo al intento de gestarlos. Acaso
me impongo vivir, letra a letra, el hechizo goteado de cada palabra.
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Autores | Biblioteca | Narrativa |
Agua
Denle
de beber al niño
agua
purificada.
Tres
días se estuvo bebiendo
el
mosto de sus
entrañas
se
le agotaron las cuencas
hasta
la última
lágrima.
Tiene
los labios
resecos
la
lengua petrificada
aquella
niña sedienta
nos
culpa con su
mirada
cómo
morirse de sed
habiendo
en Beslán
tanta
agua
Quiero
beber
madre
denme
de beber.
No
tengo
dolor
ni hambre
no
temo morir sediento
me
beberé en cuanto pueda
los
manantiales del
cielo
Moscú,
septiembre del 2004
Fast
Food
Paladear.
Lengua
deleitada circundando
las
orillas granuladas del relieve
vegetal;
antes
de atacar con la primera
dentellada,
volver a relamer
los
carbohidratos espumosos
esparcidos
por el blando
y
esponjoso territorio
del
bermejo pan;
retardar
en un paréntesis
la
impaciencia castigada
del
aliento
aspirar
los cálidos vapores
para
abandonarse al fin
al
alimento
que
a la espera de ser devorado
segrega
una última vez
el
condimento esencial
derretido
en la salsa de su carne
en
el lácteo componente
derramado
que
se deja triturar
sin
resistencia
sometiendo
los sabores
arrugados,
la saliva maltratada
del
hambriento.
Moscú,
febrero 2005
Alguien feliz
Con
los ojos desahuciados
manos
inciertas
demasiadas
persuasivas para retener
la
gleba y la limosna
de
consecutivos días
y
noches esperadas, insondables
hasta
el nuevo amanecer. La felicidad
pone
cara de mendigo
casi
siempre es una deuda
contraída
con
aquello que no es dable
ni
posible de tener.
Alguna
vez
me
perteneció por entero
el
inceñido mar
y
el indivisible universo
deseable.
Alguna
vez fui feliz.
Sé
que lo supe
por
la referencia de este azufre
incrustado
como venas.
Alguna
vez – un breve instante
nada
más – conseguí predecir
el
futuro testimonio de las horas
la
fecunda libertad
de
haber sobrevivido
a
las ruinas del olvido
y
la memoria
Moscú, febrero de 2005
Alta
Velocidad
a Tatiana
en memoria de Irina
Primero...
el
tufo a cañaveral
chamuscado
el
chirrido visceral
las
huellas de alquitrán
sobre
el asfalto, rayaron
mutilados
los
brazos zigzagueantes
del
invisible destino
lo
demás se podía suponer
como
vertiginosas
secuencias
en
una sucesión digital
a
velocidades extremas.
La
curva! La curva!
El
hombrecillo de verde
comenzó
a parpadear
insistente.
Me
retuvo en la acera otoñal
hasta
ahora no sé
si
ese día
pude,
por fin, alcanzar
la
del frente.
Moscú, junio 2005
Coplas
a la vida desacoplada
uno
(I-1)
Se
le fue la vida a uno
que
es un soplido silente
a
lo sumo;
tanto
yo como ninguno
permanece
indiferente
al
consumo
de
las noches huidizas
de
los días con sus bríos
pasajeros;
tantas
horas de cenizas
son
el flujo de los ríos
verdaderos.
dos
(III-3)
Cada
dicha, cada pena
es
el precio que se paga
por
vivir
sin
embargo no nos queda
más
remedio que la saga
de
existir.
Del
final se sabe todo
a
pesar que nadie quiera
consentir
que
la vida hecha lodo
es
la única manera
de
morir.
tres ( V-2)
Aspiramos
a ser hombres
valoramos
como buenos
nuestros
males,
aunque
nos llamen con nombres
no
dejamos de ser menos
que
animales.
Donde
reine la ambición
el
deseo desmedido
por
lo insano,
allí
está la perdición
la
carencia de sentido
de
l´humano.
cuatro
(
IX-4)
a
éste ya lo desalma
la
codicia
y
el otro con mucha fe
pretende
limpiar el alma
d´inmundicia,
renunciándose
del mundo
a
los bienes naturales
del
placer.
Diréis:
“a gozar lo inmundo”
por
cuanto siendo mortales
¿qué
hacer?
cinco (XVII-5)
Acaso
diréis también:
¿a
dónde irán nuestros huesos
carcomidos?
¿dónde
hallará cada quién
el
alivio
de unos besos
encendidos?
¿qué
ganamos con lo eterno
con
aquello que no vemos
ni
entendido?
Igual
da: cielo o infierno
¿qué
tenemos?, ¿qué seremos
sino
olvido?
seis
(XXIX-12)
Es
cosa fácil quejarse
malgastar
el tiempo dado
en
vilezas,
para
qué desperdiciarse
si
tu vida es un dechado
de
riquezas.
Mira
hacía ti sin temor,
suficiente
que bastara
con
ser fuerte
y
verás que lo mejor
no
es cuquear la malacara
de
la muerte.
siete (XL-13)
De
modo que no es cierto
ni
tampoco sea asunto
razonable
trocar
el bosque en desierto
la
memoria en un conjunto
decorable;
que
en los destinos del ser
aunque
todo se repita
y
se avala
nos
conforme con saber
que
la vida no se evita
ni
regala.
Moscú, octubre de 2005
Coplas
de unos pantalones veteranos devenidos en bermudas
Recuerdo
cómo corrían
-
cuando era tersa mi piel
y
elegante-
dos
ancas que me exigían
más
que jurarle ser fiel,
ser
marchante.
Encajado
en la cintura
debatiéndome
entre bragas
y
calzones,
a
pesar de la locura
compartida,
fueron gagas
mis
pasiones.
Mi
destino es un compendio
una
saga de emociones
innombrables
consumido
en el incendio
de
una ristra de condones
desechables:
grandes,
medianos, pequeños
que
enredados en la cerca
del
bolsillo
van
creyéndose los dueños
pudorosos
de la tuerca
y
el tornillo.
De tanto que fui corrido
por
rincones escabrosos
sin
chistar,
muchos
hilos he perdido;
lamparones
lujuriosos
sin
lavar.
Saber
que fui tela rica
vendido
a precio de oro
al
contado,
en
donde ahora me pica
es
por culpa de este moro
descocado.
Hoy
ya lo puedo contar:
iba
siempre al principio
bien
planchado
nada
me hacía pensar
que
acabara como un ripio
estrujado.
¿Dónde
está mi cremallera
el
pespunte de mis regios
dobladillos?
¿qué
fue de la faltriquera
que
parchaban a estos turbios
calzoncillos.
Es
una grande tragedia
concurrir
a mi final
sin
decoro
como
trapo de comedia
como
hisopo de albañal
e
inodoro.
Prefiero
más la bajeza
de
mudarme en reducto
costureado
¡qué
aprovechen mi cabeza
y
despaten el producto
desechado!
Moscú, noviembre de 2005
Casting
de irrisorio presupuesto
Esa fue y no otra la razón
de que me enamorase, tan
manolamente,
de ManueLa
(amanado por O.G.)
[
Nature mort. Zoom-vaivén ]
Vuela. Volaba. Voló
al
fin ella volitando
sin moverse de su sitio
un
coletazo encallado
como
abanicando en el abismo
algo
de sentina fermentada
catastrófico
aleteo
escamas
encrespadas
entre
los dedos molidos.
[
Cinemascope. 5mental. Ralentí ]
Volooó.
Vueeela. Volaaaba
apantaaalla
con las naaalgas
el
ojaaal del precipiiicio
arponeaaando
los contooornos
desataaaba
un remoliiino
en
la riiisa de sus aaaguas
enchacaaada
en el ombliiigo.
[
E(s)téreo. Allegretto pero a capella ]
¡borborigmo
/ borborigmo!
zoomvaiviene
zoomva-allá
la
secuencia recomienza
marcha´lante
marcha´trás
¡borborigmo
/ borborigmo!
zoom-va-ella
sin
volar.
Moscú, febrero, 2006
" Nada tengo en contra de la prosa, pero sólo escribo versos".