TALLER de LITERATURA del Instituto Cervantes de Moscъ |
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FLORENCIA DEL-CO
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Autobiografнa
Lectora
caуtica para quien la literatura ha tenido beneficios mъltiples, desde
fuente de conocimientos de mundos y йpocas remotas hasta evasiуn de una
realidad desgastante. Escribe su primer cuento a los siete aсos, para
abandonar poco despuйs la escritura bajo el pretexto de no tener
experiencia de la vida. Adolescente, se dice a sн misma que llegarб un
momento en que tendrб paz y podrб escribir. Mбs tarde, se suceden
proyectos literarios varios que rara vez pasan de primeras frases. En el aсo
2003 en Moscъ se produce un acontecimiento que la lanza sъbitamente a un
experimento impostergable. Decide recolectar residuos de lengua madre en fase
de estancamiento, junta todas sus vivencias hasta el momento y se interna
en una aventura temeraria bajo el nombre de taller de poesнa y narrativa.
Continuarб...
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Autores | Biblioteca | Foros |
Ser de miel
Ser fruto de panal.
Intensa como ella tierna,
empalagosa
Ser buena, santa,
amarillenta.
Deslizarme, aceptando el espacio
pegajosa adherirme
a tus labios
azucarada.
Ser el lнquido unificante
que se pega a tu cuerpo
ausente.
Dulce
acariciar tu piel,
cubrirte
amortiguar el impacto
de los dнas.
Empaparlo todo cuerpo,
sangre, mente metamorfosis,
cataclismo.
Ser ocйano de miel
Miel (vйase definiciуn por Diccionario Planeta de la Lengua Espaсola Usual): Nйctar y exudaciones azucaradas de las plantas, una vez han sido recogidas y almacenadas en el panal por cientos de insectos.// Dulzura, suavidad, ternura.
Todo
empezу como un juego inocente, como siempre empiezan estas cosas. Entrй en
contacto con ella cuando, agobiada por una gripe que no pasaba, me la dieron en
un frasco de vidrio para comerla con el tй. Al mejorar mi condiciуn de salud,
comencй a ponerla en las bebidas, en lugar de azъcar para endulzar.
Al
cabo de unos meses la convertн en protagonista de mi desayuno, untando con ella
los dos trozos de pan con manteca. Tambiйn la agregaba en la ensalada de frutas
y terminй por utilizarla al preparar cualquier receta que, aunque fuere
remotamente, la pudiera incluir.
Supe
que algo andaba mal cuando empecй a soсar con ella. Eran sueсos como
caricias, deliciosos, de materia pegajosa y cristalina. En el momento menos
pensado, el collage de imбgenes que mi mente creaba cada noche se empapaba de
una masa lнmpida, unificadora, que lo cubrнa todo como un telуn dorado. Pensй
en consultar a un profesional, pero enseguida renunciй a la idea, seguro que no
me creerнan...
Al
aсo de que ella entrara en mi vida, tomй una decisiуn radical: ya no la querнa
solo en mi interior, la querнa tambiйn a flor de piel. Como excusa inventй
que era buena para la piel y entrй en la rutina de aplicбrmela por todo el
cuerpo antes del baсo nocturno. Estas fueron noches de intenso placer, la
naturaleza ritual de mi relaciуn con ella se manifestу entonces. Encendнa
velas, preparaba mi baсo caliente y, mientras la baсera se llenaba de agua, mi
piel se recubrнa de ella. Para uso externo elegнa siempre las especies mбs lнquidas,
a fin de embadurnarme mбs fбcilmente. Mi relieve femenino adquirнa una nueva
textura empalagosa, suavнsima, opuesta a la hiel.
Pero
llegу un dнa cuando esto ya no fue suficiente. Sentн la urgencia de
sumergirme entera en ella. La logнstica de mi antojo se hizo mбs compleja.
Cada dнa debнa levantarme temprano, ir al mercado y comprar baldes enteros.
Las vendedoras me miraban con curiosidad y sospecha, pero no se atrevнan a
preguntar para quй precisaba yo aquellas cantidades industriales de la
sustancia. Pero mi adicciуn no se detenнa ante ningъn obstбculo, yo solo tenнa
paz cuando sabнa que me esperaba una baсera llena de ella por la noche. Todo
el baсo estaba impregnado con su olor aterciopelado, implacable. Me sumergнa
en la delicia pegajosa poquito a poco, para no perder la alegrнa de su primer
roce en cada centнmetro de mi cuerpo.
Harнa
dos o tres meses que empezara con los baсos dulces, cuando comprobй un hecho
que me aislarнa para siempre del gйnero humano. Haciendo un remiendo en una
falda me pinchй con la aguja. Cual no fue mi desesperaciуn, cuando de la
herida brotу un chorro amarillento, transparente, casi inocente. Supe que la
metamorfosis estaba en su fase final: por mis venas corrнan rнos de miel.
Poco
despuйs comencй a transpirar miel. Entendн que estaba completamente sola en
el planeta. Era una criatura de miel, acaramelada, buena, tiernнsima. Pero la
conciencia de ser diferente no me dejaba tranquila. Ya no me alcanzaban ni la
ingestiуn, ni la embadurnamiento, ni los baсos cada vez mбs frecuentes de
miel. Un dнa, se cristalizу en derredor y allн quedй enterrada.
Asн
es cуmo fui a parar al lugar donde habito ahora. Es el cielo de los aficionados
a la apicultura y yo soy feliz aquн. Todos son dulces, pegajosos, resbaladizos.
Como andamos por la vida recubiertos de miel, la comunicaciуn entre nosotros es
mбs fluida. Cuando ves a alguien que amas, deseas o simplemente te gusta,
puedes acercarte y darle un apretуn de manos de miel que te pegan a la persona.
Siempre hay que hacer un esfuerzo extra para despegarse. Y no solo hay lunas de
miel, tambiйn hay soles, estrellas, cometas de miel.